Sus sueños de plasmaban en su corazón, pero se volvían a apagar cuando ya se corría la voz de que ya había otra. Ella no puede comprender como podía derrochar tanto tiempo y amor en otras bocas, mientras que ellas pretendían adueñarse de él. En estos momentos ella está entendiendo que es un juego para el, una etapa, una más del millón. Pero, ¿que pasa si ella fue una de esas tantas? Sentiría que fue en vano todo lo que sacrificó, pero a el no le importa, por que es su juego. Y las reglas están en su sano juicio de que las cambie, por que son suyas. Ya habrá tiempo de que madure y entienda que perdió y que gano con sus juegos de pendejo.
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