¿Y si todo hubiese sido diferente? ¿Que estaría haciendo yo justo en este momento? No culpo a
nadie por todas las cosas que me pasan, pero si hibiera pensado
un poquito en mí ya no tendría que aferrarme a los
recuerdos y nada más. Todos esos recuerdos se irán como lágrimas con
la lluvia con el tiempo, y ya
no habrá más angustia. Solo hay que ser
optimista en la vida y
vivirla bien y felíz cada día, porque
es único y no hay manera de retroceder su paso ni adelantarlo.
¡VIVIR EL HOY!